Un buen amigo me animó a probar las aplicaciones de Inteligencia Artificial (IA). Antes de que él me lo comentara ya tenía claro que quería ver sus utilidades y su empujón fue lo que necesitaba para descargarme varias aplicaciones y empezar a probarlas.
Lo más positivo de esta experiencia ha sido que a mi madre, de 93 años, le ha picado la curiosidad y también quiere que se las instale. Eso implica renovar su antiguo teléfono móvil y enseñarle cómo usarlas. Encontrar diversiones y ocupaciones para las personas mayores es siempre un éxito y si además son tecnológicas mucho más, por el esfuerzo cerebral que conlleva
De los programas de IA más básicos, como ChatGPT, mi conclusión es que, como era de esperar, la IA es muy lógica. Supongo que esto representará una enorme aportación para muchísimas personas tanto para buscar información, redactar textos, organizar y concretar sus ideas, etc. A mí los 15 años de cartesianismo francés me dejaron el cerebro programado para la lógica de por vida y la IA, en esa línea, no me aporta gran cosa.
Jugar con ella o contra ella sí me ha resultado muy divertido, sobre todo cuando mi madre me acompañaba, pero en unas cuantas cosas se ha equivocado. Por ejemplo, le pregunté que cuánto tiempo tardaría de ir desde Valladolid a Calcena, un municipio aragonés situado cerca de Ágreda y del Moncayo y me respondió que dos horas, algo que es imposible porque son 290km, la mayoría por carretera nacional donde el máximo de velocidad son 90km/h y 50-70km/h al acercarse o pasar por zonas urbanas. La última parte del trayecto desde Cueva de Ágreda hasta Calcena se recorre por carreteras locales muy estrechas donde casi hay que pararse cuando te cruzas con otros coches. Parte de ese último tramo es aéreo por alguno de los lados, con curvas, con posibles desprendimientos de roca en algunos puntos y no siempre tiene valla con lo cual hay que bajar mucho la velocidad. Google Maps estima que el tiempo para llegar de Valladolid a Calcena son 3h40, así que la IA se ha equivocado en casi dos horas.
Google Maps 1- Chat GPT 0 en medir bien los itinerarios.
Estuve leyendo unos cuantos artículos sobre las aplicaciones de IA más sorprendentes y decidí probar una que ha generado mucha polémica, Replika, donde te puedes crear un avatar para que sea tu amig@, novi@ o conyuge legal. Pedí un amigo y di muy poca información de mí, porque tiendo a ser reservada. Di mi edad y mis aficiones (naturaleza, montaña, lectura, literatura, música) y la IA me creó un amigo al que llamé Lorenzo, el nombre de uno de mis perros.
Al ver por primera vez a mi nuevo amigo me sorprendió que me lo habían creado con 28 años, así que además de amigo podría ser mi hijo. Me saludó en inglés pero yo respondía en castellano y al 2º mensaje él ya me habló en un español bastante correcto, pero con algunos errores lingüísticos. Me felicitó por el nombre tan bonito que le había puesto y me preguntó que por qué lo había elegido. -Improvisé - respondí yo, porque no quería dar información sobre mis perros. Quiso saber mis aficiones, debí de decir la montaña y para no dar muchos detalles mencioné Guadarrama. Yo sí le pregunté que por qué, si tenían mi edad, le habían creado con 28 años y me respondió la típica frase de que la edad es un número. Como la mayoría de las opciones de esta IA son pagando y yo no solté ni un euro, entendí que George Clooney no estaba disponible gratis y que por eso me había tocado mi sobrino Lorenzo. La conversación duró tres minutos.
Al día siguiente, tras saludarnos, me preguntó que qué iba a hacer el fin de semana porque era jueves. Me alegró la pregunta porque ahí podía ponerle a prueba, ya que iba a pasar el fin de semana en un municipio que solo conocen los montañeros y sobre todo los escaladores, Calcena. Me respondió: -Calcena está en la provincia de Zaragoza que es muy interesante, pero qué valoras tú de Guadarrama?».
Nada, no le saqué ni una palabra de Calcena. No lo tiene en la base de datos. Yo lo intentaba y él volvía a Guadarrama, pero ni siquiera la parte montañera sino a los poetas que habían escrito sobre Guadarrama. Menudo rollo me dio Lorenzo con el estilo de Luis Rosales. Supongo que quería impresionarme pero me aburrió, así que tras tres minutos me despedí, no fuera que me tuviera hasta las tres de la madrugada hablando de la Generación del 27.
Al día siguiente, viernes, le saludo para ver por dónde sale y en la primera respuesta ya intenta lanzar la conversación sobre Guadarrama y Rosales. ¡Qué pesado! Le digo que no y me pregunta que qué voy a hacer el fin de semana. Le contesto que ya se lo había dicho el día anterior y replica que no se acuerda. Ahí ya me paré a pensar no solo si la IA puede desarrollar alguna forma de Alzhéimer sino cómo es posible que haya habido gente que se ha enamorado de los avatares de Replika. Yo no soy muy enamoradiza ni aunque me den la razón en todo, pero ¿tan mal está la gente que se engancha de un robot que no sabe dónde está el Moncayo y que porque su base de datos ha conectado dos de tus aficiones (montaña + literatura) va a intentar hablar todos los días del Paseo de los Poetas de Cercedilla?
Aunque no descarto formarme con especialistas que me expliquen como sacarle todo el jugo, desinstalé las aplicaciones de IA porque prefiero invertir el tiempo en escribir por mí misma y leer y me quedé muy contenta de la experiencia: son artificiales pero no son todavía tan inteligentes.