martes, 17 de septiembre de 2024

El Mediterráneo

 En castellano y masculino era el mar, un lugar de vacaciones; Castellón, Valencia, Alicante y las Islas Baleares. 

La Méditérranée, en francés y femenino, fue, primero de todo, tomar conciencia de que sus aguas bañaban también las costas de Francia, Italia, Grecia, etc. No porque no lo supiera antes sino porque en París tuve mucha relación con otros músicos griegos y su Mediterráneo tenía tantos o más recuerdos que el mío. Es verdad que en los suyos había yates e islas privadas y en los míos como mucho el barco que te cruzaba de Santa Pola a Tabarca, pero al final las aguas eran igual de saladas y de azules. 

Fue sobre todo el libro de Fernand Braudel, que cambió por completo mi interés por la historia, estudiada hasta entonces por mí con rigor pero sin pasión. Historia humana y también historia de la música pero siempre en torno a personajes célebres como fechas y acontecimientos clave. 

Aquel libro ponía patas para arriba los hechos y las sociedades, a los que consideraba de corta y media duración dentro de la Historia, porque la larga duración eran otras cosas. Otras cosas como esa "llanura líquida" que es el mar Mediterráneo.

Yo siempre había sentido que tenía que haber algo más. Que no todo podía ser las fechas de nacimiento y fallecimiento de un compositor o si había compuesto nueve o cuarenta sinfonías. Con Braudel, por un lado, y con la aplicación que vi hacer a los historiadores franceses de sus conceptos, por otro, mi relación con la Historia cambio, hasta el punto de que llegué a hacer una segunda tesina sobre ciencias y técnicas historiográficas por puro placer.

Ver la historia sin fijarse exclusivamente en reyes, dictadores o genios me permitía pensar de otra forma, en mi caso la historia de la música, y volver después a contemplar cualquier fenómeno musical de otra manera. 

Desde entonces cuando veo el Mediterráneo ya no es el mar de mi infancia ni tampoco el lujoso mar de mis amigos griegos sino el mar de Braudel, un paradigma, un concepto que puedo aplicar a cualquier tema que me interese, y algo mucho más importante, un faro para pensar.