jueves, 10 de octubre de 2024

Balance de septiembre

Termina septiembre.
Hace más de una semana que tendría que haber escrito este balance, pero se me han pasado los días volando y sin un minuto para dedicar a este blog. 

Hay temporadas en la vida en que cada domingo repasas o te haces una planificación y te falla ya el mismo lunes: imprevistos, urgencias, obstáculos... Te pasas el resto de la semana remando contra corriente, solucionando, resolviendo, asimilando y viendo cómo se pasan las horas sin poder cumplir tu plan. Como dice un refrán español «montas un circo y te crecen los... problemas». 

Ese fue, desde el principio, el objetivo: derretir el tiempo de las obligaciones diarias como si fueran los relojes blandos de La persistencia de la memoria de Salvador Dalí y hacerle hueco a estos textos de opinión. A pesar de haber conseguido mantener la disciplina dos meses, en cuanto me despisto, en cuanto me doy la vuelta para atender otro asunto, desfilan las horas y los días sin que consiga sentarme a escribir. El balance es, por tanto, positivo pero consciente de lo frágil que me es aún la disciplina de escribir.

Dicen que en 21 días estableces un hábito y yo no creo que sea verdad. Hace falta mucho más tiempo, porque no se trata solo de recuperar o instaurar una rutina sino de ir reduciendo o eliminando otras. En esas épocas vitales en que se tiene todo el tiempo para uno puede que con tres semanas sea suficiente; pero en las etapas más complejas no es posible. Toca seguir insistiendo, analizando para saber qué te ayuda, qué te obstaculiza y seguir aprendiendo cada semana. 

Vamos a por el tercer mes de este reto, con la misma modestia que en los dos anteriores, sabiendo que los días se evaporarán como agua e intentando retener el tiempo para conseguir dar a luz estos textos.