jueves, 1 de agosto de 2024

Año nuevo

 Por fin es 1 de agosto. 

El mes de julio de los últimos tres años ha sido complejo, tanto, que estoy pensando que en 2025 mi año solo tendrá 11 meses y pasaré directamente de junio a agosto. Por eso, cuando llega el 1 de agosto respiro, como si empezara un nuevo ciclo y los vientos fueran a ser más favorables.

En julio de 2022 nuestro perro Chiqui, que entonces no había aún cumplido dos años, tuvo un accidente casi mortal que le seccionó la médula espinal a la altura de las vértebras L1-L2. Salimos adelante y Chiqui hoy vive con plenitud a pesar de su discapacidad. En julio de 2023 fui yo la que tuvo el accidente, me rescató el Greim y me operaron de la muñeca derecha. Gracias a la ayuda de algunas personas y a bastante trabajo he recuperado por completo mi mano de pianista. En julio de 2024 mis padres nonagenarios han enfermado de Covid, me lo han contagiado, lo hemos superado los tres, y ahora inician una nueva etapa viviendo en nuestra casa. 

Con las vivencias y reflexiones de estos tres meses de julio tengo material para dos o tres libros, pero, por ahora, comenzaré con un proyecto más modesto: escribir todos los días una columna, un texto digital, de opinión. 

El título es La Reina de las hadas. 

Hace referencia a mi perra Titania (2003-2019) y al único libro que he escrito que no trata sobre música clásica. Mi intención es reflexionar sobre cualquier tema que me llame la atención, sea o no de actualidad, en el que sienta que tengo algo que compartir. Ahora solo queda ponerse manos a la obra, pues como dijo Oscar Wilde:

«No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo.»